PARASHA KI TAVO
Descripción general: a los israelitas se les ordena que traigan el primer fruto al Templo y entreguen todos los diezmos a sus destinatarios apropiados. Moisés explica cómo las bendiciones y las maldiciones deben ser proclamadas en Monte Grizzim y Ebal cuando la nación judÃa entra en Israel. Luego detalla las bendiciones que recibirán por seguir los mandamientos de la Torá y las calamidades que resultará si las ignoran.
Primera Aliyah: esta sección nos introduce a la mitzvá de bikurim, el requisito de traer los primeros frutos al Santo Templo. Esta mitzvá se aplica a las frutas y los productos cultivados en la tierra de Israel, y solo a aquellos por los cuales se elogia a la tierra de Israel: trigo, cebada, dátiles, higos, uvas, granadas y aceitunas. Cuando está en el Templo, el dueño de los frutos recita una breve oración de acción de gracias a Di-s y presenta el producto a los sacerdotes.
Segunda Aliyah: Durante los tiempos del Templo, a los granjeros judÃos se les exigÃa que separaran de sus productos varios diezmos diferentes. Estos fueron distribuidos a los sacerdotes, los levitas, los pobres y un diezmo que sus dueños comieron en Jerusalén. Los diferentes diezmos no fueron dados todos los años, sino que hubo un ciclo de tres años. En esta aliá, la Torá da el procedimiento que debe seguirse el dÃa antes de Pesaj durante los años que siguieron a la conclusión de un ciclo. El granjero debÃa declarar que habÃa cumplido con todos sus deberes de diezmo y luego suplicaba a Di-s que bendiga a Su pueblo y la Tierra.
Tercera Aliyah: Moisés amonesta a los judÃos a observar los mandamientos de Di-s; recordándoles que lo han seleccionado para ser su dios, y Él (HaShem) , a su vez, los ha elegido para ser su nación santa y atesorada.
Cuarta Aliyah: Los judÃos reciben instrucciones de juntar grandes piedras cuando cruzan el rÃo Jordán. Estas piedras debÃan ser enlucidas, y toda la Torá debÃa ser grabada en ellas. Otro conjunto de piedras también debÃa inscribirse con toda la Torá, y establecerse en el monte. Ebal.
Quinta Aliyah: El pueblo judÃo recibe instrucciones de proclamar bendiciones y maldiciones en el Monte Grizzim y Ebal. Los ancianos de la tribu levita junto con el arca sagrada se encontraban entre las dos montañas, y seis tribus estaban estacionadas en la cima de cada montaña. Los levitas y los sacerdotes se enfrentaron alternativamente a cada montaña, y declararon las bendiciones y maldiciones. Al final de la aliá, se nos dice de las abundantes bendiciones que nos colmarán si escuchamos los mandamientos de Di-s.
Sexta Aliyah: Esta sección continúa con las bendiciones antes mencionadas, y luego lanza una larga descripción de todas las maldiciones y sufrimientos que sufrirán los judÃos cuando descuiden las mitzvot.
Séptima Aliyah: Moisés les recuerda a los judÃos todos los milagros que han sido su destino desde cuando Di-s los sacó de Egipto hasta ese mismo dÃa. Concluye diciendo que, por lo tanto, les incumbe seguir el pacto de Di-s.